Londres 38: maldito lugar siniestro de la DINA, donde ponían las vendas doblemente, las esposas en las muñecas, tapaban la boca mientras corrientaban a los prisioneros políticos, entre tantas otras barbaridades de estos cobardes agentitos de los aparatos represivos pinochetistas.
Cobardes frente a gente indefensa, muerta de hambre varios días; cobardes pero se sentían los dueños del país porque circulaban sin patentes por las calles de Santiago, deteniendo a los que simpatizaban con Allende. Se emborrachaban algunos y les ponían las vendas en los ojos para que no los fueran a reconocer, pero igualmente fueron identificados todos estos criminales de delitos de lesa humanidad.
Cobardes, con sus metralletas y bravuconadas a cada rato contra indefensos chilenos amarrados en la parrilla, burlándose de todos ellos. Londres 38 nunca debe ser olvidado y los que estuvieron allí como verdugos deben ser encarcelados en verdaderas prisiones. Que sientan que se siente estar privado de libertad, aunque sé que nunca van a pasar los sufrimientos ocasionados por estos asesinos miserables.
Londres 38: maldito lugar
Londres 38: maldito lugar siniestro de la DINA, donde ponían las vendas doblemente, las esposas en las muñecas, tapaban la boca mientras corrientaban a los prisioneros políticos, entre tantas otras barbaridades de estos cobardes agentitos de los aparatos represivos pinochetistas.
Cobardes frente a gente indefensa, muerta de hambre varios días; cobardes pero se sentían los dueños del país porque circulaban sin patentes por las calles de Santiago, deteniendo a los que simpatizaban con Allende. Se emborrachaban algunos y les ponían las vendas en los ojos para que no los fueran a reconocer, pero igualmente fueron identificados todos estos criminales de delitos de lesa humanidad.
Cobardes, con sus metralletas y bravuconadas a cada rato contra indefensos chilenos amarrados en la parrilla, burlándose de todos ellos. Londres 38 nunca debe ser olvidado y los que estuvieron allí como verdugos deben ser encarcelados en verdaderas prisiones. Que sientan que se siente estar privado de libertad, aunque sé que nunca van a pasar los sufrimientos ocasionados por estos asesinos miserables.