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En Cancún, Quintana Roo, México, se encuentra un ex torturador argentino que escapó de la justicia argentina y que ahora se dedica al negocio de la prostitución, lo que demuestra la mentalidad de estos criminales. Pero es lamentable que este gobierno derechista mexicano les abra las puertas a estos genocidas del Cono Sur ya que hay otro que vive en sector de La Condesa, quien estuvo preso unos días cuando detuvieron a Ricardo Miguel Cavallo, alias Sérpico, de la ESMA, en Cancún.

Así como estos argentinos hay otros chilenos que se esconden en territorio mexicano ya que una compatriota identificó a uno, pues el dueño del almacén donde compra habitualmente le dijo que por ahí andaba un chileno, pero seguramente que el dueño del negocio le dijo a éste que cerca vivía una connacional y de repentte se esfumó. Es decir que mejor no tener contacto con nadie para no despertar sospechas del pasado dictatorial.

Hay que evitar que México se vuelva escondite de los represores de las dictaduras latinoamericanas, santuario de estos criminales contra la humanidad. Hay que denunciarlos y ubicarlos.