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Discrepo respecto al análisis de los consejos. Mi percepción de la situación actual es que por años hemos visto a candidatos y opositores de gobierno que piden mano dura y determinación al momento de resolver las situaciones, pero creo que esto es tan falso como las promesas que los contrarios esperan concretar, porque al final igual las cosas se discuten en el parlamento, y por tonteras políticas terminan durmiéndose los proyectos. Aún cuando el ejecutivo diga: "Vamos a hacer esto", en el parlamento se encargan de tener argumentos para decirle que no. Y para algunas cosas, pasan meses y meses, mientras los ciudadanos ven por la tele cómo se las tiran, como navegan en Internet o bailan con las koalas.

En cambio, en el caso de los consejos, lo que se hace es diferente, es decir, se discute antes de ejecutar. Sin duda que la desventaja actual es que no es proactiva, es reactiva. Surge un problema y se reacciona creando una comisión que analice el tema y proponga sus puntos de vista. Por lo tanto, la espera en el parlamento debería ser menor, siempre y cuando la ciudadanía ejerciera presión sobre los que deciden. Así que yo creo que es un asunto de evolución.

También creo que la idea de los consejos es buena, porque lo que se hace es juntar una diversidad de opiniones respecto a un tema, para que debatan al respecto (que es lo que se hace en estos diarios ciudadanos). Eso si, percibo que la ciudadanía no está preparada para debatir por si sola temas (es decir, que la ciudadanía no tiene el hábito de juntarse formalmente y discutir, en juntas de vecinos, por ejemplo). Por lo tanto, el primer paso está bien dado, es decir, que sea la presidenta quien junte las personas (le da la formalidad casi obligatoria) que si están preparadas (es habitual en ellos debatir estos temas).

Ahora, el problema que veo, es que hacer que el resto de los ciudadanos se interese y participe, significa que deberán informarse y comenzar a "pensar", y eso no le conviene al 10% de los que poseen el poder económico y creo que por ello se trata de echar abajo esta idea.