La comunidad médica en México está en altera por un bebé de 10 meses que pesa 28 kilos, que es lo que debería pesar un niño de 9 años.

Según medios locales, Luis Manuel nació con la talla y el peso propios de un recién nacido, pero comenzó a engordar aceleradamente. Esto no solo le provocó dificultad para moverse, sino para dormir y respirar.

Este viernesm consigna RT, un nuevo diagnóstico del cardiólogo mexicano Gustavo Orozco, divulgado por la agencia EFE, señala que se trata de "obesidad prenatal por inflación celular", provocada por una deficiencia de grasas en la sangre y en la leche materna.

El pequeño se someterá a un tratamiento hormonal con T3 y Omega-3. "Esperamos que en 3 meses logre reducir el 40% de exceso de grasa corporal, con unas posibilidades de éxito del 40%", manifestó Orozco.