Don Jesús, desde los tiempos de su carcacha rural hasta el día de hoy, con inmensa empresa, compra petróleo. Grandes industrias consumen el nº5. Todos ellos, sin excepción, llegada la hora de recargar , deben saquear sus chaucheras o cajas de fondos, según el caso.

Y todas las semanas esta faena produce una sangría distinta. Los precios suben $15.¡Que horror, ya no se puede vivir! y bajan $3.¡Una aspirina! Pero, ya no te creo.

Tan insigne payasada se la debemos a un tropel de ineptos, incapaces de crear un sistema de precios medianamente equilibrado, que nos ponga a salvo de estos vaivenes.

No puede ser difícil para estos caballeros "escueleados". Hacen asombrosos malabares, saltos mortales y verónicas con estadísticas. Pobres, cesantes, inflación y crecimiento. Habrá que preguntarse, si saben algo de psicología de masas, si no se percatan del malestar que crean.

La olla de presión ya está silbando.¿No la oyen?¿Seguirán mirándose el ombligo, autocomplacientes y ufanos, ah?

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