Los criminales pinochetistas, los Andi-Dinos, sus secuaces de la DINA-CNI y otras muchas porquerías llamadas de inteligencia cuando lo que hacían era secuestrar, martirizar a los allendistas y opositores tras robarles sus pertenencias en sus casas de las que se apoderaban por mucho tiempo mientras torturaban en lugares clandestinos, no se resignan a sentirse derrotados por la Verdadera Historia de la Unidad Popular y los actos criminales de la derecha reaccionaria, de los grupos fascistas de Patria y Libertad que después estarían torturando a los chilenos progresistas.
Empezaron sus acciones criminales, torturaron, mataron, degollaron, quemaron, violaron, robaron, exiliaron, relegaron, echaron abajo las conquistas sociales de Salvador Allende, imponiendo el nefasto modelo neoliberal a sangre y fuego, y así mintiendo y calumniando cuando estos pinochetistas son los culpables de miles y miles de horrendos crímenes de los largos 17 años de oscurantismo en Chile.
Son enfermos o se acostumbraron al genocidio pinochetista como que no pasó nada en Chile. Si los vemos cómo son, cómo serán las bestias encarceladas en las suites de cinco estrellas o los que aún se pasean impunemente por las calles chilenas.
Hay que luchar porque los genocidas estén en verdaderas cárceles públicas, sin privilegios como los que gozan actualmente, y los aún prófugos y libres sean llevados a verdaderas prisiones, ya que es una ofensa a las miles de víctimas de la dictadura pinochetista.
Los criminales
Los criminales pinochetistas, los Andi-Dinos, sus secuaces de la DINA-CNI y otras muchas porquerías llamadas de inteligencia cuando lo que hacían era secuestrar, martirizar a los allendistas y opositores tras robarles sus pertenencias en sus casas de las que se apoderaban por mucho tiempo mientras torturaban en lugares clandestinos, no se resignan a sentirse derrotados por la Verdadera Historia de la Unidad Popular y los actos criminales de la derecha reaccionaria, de los grupos fascistas de Patria y Libertad que después estarían torturando a los chilenos progresistas.
Empezaron sus acciones criminales, torturaron, mataron, degollaron, quemaron, violaron, robaron, exiliaron, relegaron, echaron abajo las conquistas sociales de Salvador Allende, imponiendo el nefasto modelo neoliberal a sangre y fuego, y así mintiendo y calumniando cuando estos pinochetistas son los culpables de miles y miles de horrendos crímenes de los largos 17 años de oscurantismo en Chile.
Son enfermos o se acostumbraron al genocidio pinochetista como que no pasó nada en Chile. Si los vemos cómo son, cómo serán las bestias encarceladas en las suites de cinco estrellas o los que aún se pasean impunemente por las calles chilenas.
Hay que luchar porque los genocidas estén en verdaderas cárceles públicas, sin privilegios como los que gozan actualmente, y los aún prófugos y libres sean llevados a verdaderas prisiones, ya que es una ofensa a las miles de víctimas de la dictadura pinochetista.