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Memoria histórica: Los viejos fascistas desorganizados o actuantes estaban bajo el nombre de "técnicos", por un lado, y, por otro, los neofascistas del grupúsculo denominado Acción Nacional, creado por Jorge Prat Echaurren, que era su "ideólogo" y por Sergio Onofre Jarpa, "el hombre de acción". Éstos aprovecharían la agudización de lucha de clases para imponer sus dirección y las tendencias rupturistas en lo institucional.

La oligarquía chilena aceptaría con cierta repugnancia a Julio Durán Neumann como su abanderado presidencial antes del "naranjazo".

Víctor García Garcena, Fernando Maturana, Engelberto Frías, Mario Arnello y el propio Sergio Onofre Jarpa son la cabeza visible de una minoría que comprenden la necesidad de "abrirse hacia las capas medias" mientras se sentían mejor reflejadas socialmente en "personalidades" como Arturo Matte, Jorge Alessandri o Francisco Bulnes Sanfuentes.

La agresión inyectada a la derecha tradicional por el sector fascista se manifestaría en una rápida operación para recuperar la clientela electoral a la Democracia Cristiana. Entonces el PDC aparece repudiado con igual saña que con el Partido Comunista de Chile.

Sergio Onofre Jarpa, presidente del Partido Nacional (PN) aprovechó la campaña parlamentaria de 1969, postulando que su colectividad venía defendiendo a Chile "del peligro que significa que el país esté gobernado por un partido con directivas internacionales, como la Democracia Cristiana, que tiene un concepto de patria que es manejado por países foráneos con otras políticas y otras economías pasadas de moda..."

El fracaso de reformismo freísta permitió que el Partido Nacional tuviera el vigor perdido por los liberales y conservadores, ya que en las elecciones parlamentarias del año 1969 este partido se convirtió en la segunda fuerza política individual en Chile, eligiendo a 34 diputados y alcazando el 20,8% de la votación total.

Es así como los neofascistas fortalecerán su posición interna y emprenderán sus verdaderos propósitos mediante sus medios poderosos.

En efecto, recién electo diputado del Partido Nacional, Mario Arnello, decía: Que el Partido Nacional representaba "una voluntad de crear en Chile una nueva República".

-Que los años de gobierno demócratacristiano culminaban "con el vacío de autoridad, con la anarquía, la demagogia y la irresponsabilidad".

-Que la alternativa de Chile es la siguiente: "o sigue el descenso que le imprime el partidismo demagógico y llega al caos y a la desintegración, o las fuerzas no contaminadas, los hombres de trabajo, eligen el camino duro de asumir responsabilidades políticas, de superar el partidismo y la anarquía y rectificar el rumbo y reordenar la vida nacional".

-Que la esencia del Partido Nacional lo constituye "su rechazo a la concepción partidista de la polítca y del gobierno", en la cual "por desgracia, liberales y conservadores cayeron, reiteradamente".

-Que el Partido Nacional "no busca un gobierno del Partido Nacional ni para el Partido Nacional".

-Que lo que se precisa son "gobiernos auténticamente independientes, por encima de los partidos y de sus intereses".

-Que el Partido Nacional va a impedir "que se enseñe el marxismo, el colectivismo o el caos democristiano ".

-Que "no cabe alianzas con el PDC", pues "son los responsables del caos, de la anarquía y del desquiciamiento de Chile... han destruido o pretendido destruir en el país, en las gentes jóvenes y en los sectores populares todo respeto a principios básicos de una nación, como son: la autoridad, el derecho, la unidad nacional".