La unión civil homosexual se ha transformado en un tema relevante para la política y la ciudadanía en nuestro país. Muchas son las voces que han dado su venia a esta idea y otros, por supuesto, han mostrado su descontento con el tema.

Hace algunos meses el propio presidente Sebastián Piñera se mostró abierto a la posibilidad de que parejas del mismo sexo puedan formalizar su vínculo de forma legal, lo que trajo algunos coletazos especialmente en el mundo de la política chilena.

Lo cierto es que uno de los sectores más conservadores, respecto a este tema, es el religioso, ya que según postulan, la unión entre dos personas del mismo sexo contradice las escrituras sagradas y, por lo tanto, lo dispuesto por Dios.

El pastor de la Iglesia Dinamarca de la Alianza Cristiana y Misionera, Carlos Paredes habló con la oPiñon respecto a este interesante tema y aclaró los puntos de su institución. “Como evangélicos estamos de acuerdo con la no discriminación respecto a si dos hombres o mujeres desean vivir juntos y unir sus vidas desde el punto de vista civil, es decir, si quieren establecer un acuerdo de convivencia en el patrimonio nos parece justo”.

Agregó que "claramente el mundo evangélico ha evolucionado respecto a la situación de los homosexuales en nuestro país. Es que no era posible negarse a que personas del mismo sexo que quisieran compartir su vida y, por qué no, sus vienes, lo hicieran sin problemas morales y mucho menos legales, sin embargo, cuando hablamos de unión, desde el punto de vista espiritual- religioso, la cosa cambia."

“Honestamente nosotros no podemos bendecir a una pareja homosexual y mucho menos podemos catalogarla como matrimonio, por una razón muy sencilla; el matrimonio es entre un hombre y una mujer, por lo tanto, lo contrario a eso es anti-natura, eso nos dice la biblia”, puntualizó el pastor.

Del mismo modo agregó que “a nuestra iglesia puede entrar cualquier personas, independiente de su opción sexual, jamás le cerraríamos la puerta a alguien, además siempre vamos a estar dispuesto a ayudar a estas personas para que, si quieren salir de su condición homosexual, lo hagan desde el mundo de la fe”.