Laberíntica borgeana

Laberíntica borgeana

06 Julio 2007
Borges, un escritor amado, odiado y vilipendiado por muchos,pero que llenó de orgullo a las letras hispanoamericanas.
Antonio Bizarro >
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El pasado 14 de junio se cumplieron veintiún años de la partida de Jorge Luis Borges, el célebre y controvertido escritor argentino, admirado y vilipendiado al unísono. Su obra tiene ediciones en muchas lenguas y a su vez ha recibido las críticas más ácidas de parte de la “intelectualidad progresista” de habla española.
Pero, sin duda alguna, su impronta la marca el caudal de culturas, libros, personajes y la gran metáfora de la biblioteca, verdadero paraíso para el escritor. Pero su escritura no es la simple meditación de un intelectual, sino la expresión de un alma en la búsqueda de su trascendencia.
La vida de Borges se desarrolló en momentos claves de la historia , tanto de las letras hispanoamericanas, como de la Argentina. Nació cuando moría el s.XIX, en 1899 . “Su padre , Jorge Guillermo Borges, fue abogado y profesor de psicología, pero también tenía aspiraciones literarias ("trató de volverse escritor y falló en el intento", dijo alguna vez Borges; según Borges su padre "compuso algunos sonetos muy buenos"). Su madre, Leonor Acevedo Suárez (uruguaya) aprendió inglés de su marido y tradujo varias obras de esa lengua al castellano.”(Jorge Luis Borges en WIKIPEDIA, 2007).
Rodeado de este ambiente pasó sus primeros años en el barrio bonaerense de Palermo, hasta que en 1914 su familia se trasladó a Ginebra, donde realizó sus estudios . Su primera poesía, "Himno al mar", escrita en el estilo de Walt Whitman, fue publicada en la revista Grecia , cobijado a la sombra del Ultraísmo, con el que se relacionó en España. De esta época data su estrecha relación con Leopoldo Lugones y Macedonio Fernández, cuya amistad heredó de su padre.
Sobre la trayectoria de Borges se podrían llenar muchas páginas, sin embargo hay hechos que no podemos dejar de mencionar, entre otras su preferencia en esos años por las temáticas propias del folclore , en especial el mundo gauchesco, el lunfardo , el tango y la milonga, expresiones que se ven un tanto lejanas de la imagen que existe de su persona, pero lo cierto es que fue un joven con muchas inquietudes y por algún tiempo, amigo de la bohemia bonaerense .
Su experiencia literaria de entonces lo aproxima a otro de los grandes de la literatura argentina e hispanoamericana : Adolfo Bioy Casares , junto a quien escribe en la revista Sur.
De su edad madura se destacan la definición más exacta de su estilo, temas y motivos junto a los problemas políticos que tuvo durante el gobierno de Juan Domingo Perón. Con posterioridad a la caída del régimen peronista, comienza una etapa prolífica y de amplio reconocimiento de su obra dentro y fuera de Argentina.
Borges no ganó el Premio Nobel de Literatura, aunque sí consiguió importantes premios a nivel hispanoamericano, incluso en Chile, bajo el gobierno de Augusto Pinochet, suceso que le acarreó un vendaval de diatribas por parte de intelectuales de izquierda y progresistas en diferentes lugares.
Como hecho particular cabe destacar que el escritor y connotado dirigente comunista chileno Volodia Teitelboim publicó en 1996 el libro Los dos Borges. Vida , sueños, enigmas (Sudamericana,Santiago de Chile,1996), obra en la cual lejos de confrontar la figura de Borges con sus convicciones personales, el autor ofrece un estudio concienzudo y profundo de la creación “borgeana”.
En cuanto a su vida personal, se puede mencionar que se casó dos veces. La primera entre 1967 y 1970 con Elsa Astete Millán y al final de sus días con María Kodama. Borges abandonó “esta vuelta del laberinto” el 14 de junio de 1986 y fue sepultado en Suiza.
Para conocer un ejemplo de la obra poética de Borges, presentamos su Arte Poética, clara expresión de su escritura. Si los lectores desean más información, sugerimos buscar wikipedia , enciclopedia electrónica con enlaces relacionados con el tema.
Y para muestra un botón:
Arte poética
Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.
Sentir que la vigilia es otro sueño
que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche, que se llama sueño.
Ver en el día o en el año un símbolo
de los días del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los años
en una música, un rumor y un símbolo,
ver en la muerte el sueño, en el ocaso
un triste oro, tal es la poesía
que es inmortal y pobre. La poesía
vuelve como la aurora y el ocaso.
A veces en las tardes una cara
nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara.
Cuentan que Ulises, harto de prodigios,
lloró de amor al divisar su Itaca
verde y humilde. El arte es esa Itaca
de verde eternidad, no de prodigios.
También es como el río interminable
que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
y es otro, como el río interminable.
El hacedor (1960)