El Terremoto que nos falta...Los movimientos sociales nos avisan de un quiebre social

Francia vivió el año 2005 una ola de disturbios que dejo al descubierto que el desarrollo no tocaba a todos, y que afecto a los jóvenes franceses hijos de inmigrantes. La destrucción recordó a los Los Angeles 1992, que tuvo su detonante en la liberación de policias que habían golpeado a un "afroamericano".
Chile, nuestro Chile, cada cierto tiempo nos recuerda que hay sectores de nuestra población que nada tocan de este desarrollo, y que ha diferencia de la clase media respetuosa de la ley (temerosa, debiéramos decir), no se quedaran "mascando lauchas", sino que decidirán patear a unos cuantos.
Huelgas de hambres , paros y tomas son sólo sismos de menor intensidad en la escala del descontento social. Saqueos, como los que vivimos en marzo, son señales que ante un terremoto, el descontento puede tornarse pandemico, y que no sólo afectara al LUMPEN, sino a todos los ciudadanos.
EL incendio y muerte de los reos en San Miguel, mostró no sólo el conocido y archiconocido mal estado de las carceles y centros de detención; sino que dejo al descubierto, que hay un alto grupo de la población que no sintió ni una pisca de solidaridad por los detenidos o sus familias.
"ellos se lo buscaron", "quien piensa en las victimas", "mira como hablan"...Son frases que se escuchan al hablar del caso, y que se reafirman al ver los cortejos fúnebres agrediendo a otros.
La respuesta de los afectados, las condiciones de los reclusos, la ceguera y amnesia de las autoridades, y el repudio de la ciudadanía a los que consideramos desechables, no termina de sorprenderme...y apenarme.
Como pudimos pasar de la solidaridad mayúscula de la teleton a el desprecio maximo por la vida de otro. Cómo no pensar que nadie esta libre, que para algunos es la única, o simplemente, es la forma en que han aprendido a vivir.
Pero, no es de extrañar. De la misma forma que escuchamos historias de valentía en el terremoto, pronto nos informamos de los robos y saqueos.
Chile esta a las puertas de un terremoto social; donde la desigualdad alimentada por el microtrafico, la pobreza encubierta, la carencia de valores y el consumismo; nos llevara mas rápido al tercer mundo que al desarrollo.
Chile y los chilenos, estamos divorciados. ¿Que podemos hacer?