Acompañado de los ex Jefes de Estado y las principales autoridades de Chile, el Mandatario subrayó el grado de unidad alcanzado por el país al conmemorar los 200 años de vida independiente.
“Ésta es la bandera de un Chile unido y reconciliado. Su mástil, que alcanza más de 60 metros de altura, está enclavado en un punto de encuentro entre los chilenos, donde se cruza la Avenida Bernardo O’Higgins, la avenida de los ciudadanos, con la Avenida Bulnes, la avenida de la República, de manera que pueda ser vista y admirada desde todos los rincones de nuestra ciudad, y ojalá también, aunque sea en el espíritu, desde todos los rincones de nuestra patria”, dijo.
En ese sentido, aseguró que “junto con izar esta bandera, izamos todos juntos las esperanzas y los sueños de Chile, de todos los hijos de nuestra patria, del Chile del presente, del Chile del futuro y del Chile del Bicentenario”.
Junto con destacar el desarrollo de la nación, el Presidente planteó los desafíos que tendrá el país en los próximos años.
“Desde los pies de esta bandera, en este momento tan pleno de simbolismo, emoción, historia y futuro, quiero enviar un saludo desde el fondo del alma, a los más de 17 millones de chilenas y chilenos de nuestra generación, la generación del Bicentenario, la generación que quizás, como ninguna otra, tiene un desafío con la historia y tiene un compromiso con nuestra patria”, expresó.
Durante la ceremonia, el Presidente destacó el papel que ha jugado el pabellón nacional a lo largo de la historia y adelantó que “hemos decidido presentar un Proyecto de Ley al Congreso, que permitirá que nuestra bandera sea izada siempre y no sólo durante los meses de nuestras Fiestas Patrias”.
Anuncio para los pueblos originarios
En sintonía con el espíritu del acto y los progresos alcanzados por el país, el Jefe de Estado efectuó importantes anuncios para alcanzar la plena integración de los pueblos originarios.
“Hoy quiero anunciar al país que, apenas terminen las fiestas del Bicentenario, la próxima semana en el Cerro Ñielol, que es un símbolo de La Araucanía, se constituirá una mesa de diálogo integrada por el Gobierno de Chile, representada por los ministros de la Presidencia y de Mideplan, integrada por las Iglesias Católica y Evangélica, por las organizaciones civiles de las regiones de La Araucanía y del Biobío, e integrada también por los representantes de las comunidades del pueblo mapuche, de los territorios Lafkenche, Pehuenche, Huilliche y Mapuche”, señaló.
El Mandatario enfatizó que esta nueva instancia “deberá enriquecer las iniciativas del Plan Araucanía y del reencuentro histórico, de forma tal que pueda entregar sus aportes y sus contribuciones antes que termine este año del año del Bicentenario”.