Presentado por Fundación Telefónica y Organizado por Fundación Teatro a Mil, con motivo de la celebración del Bicentenario, el teatro y del bueno llego a regiones, muy buena iniciativa que acerca la cultura a la ciudadanía especialmente a quienes no tenemos acceso fácilmente a este tipo de actividades, primero pues todo siempre se produce en la capital, y, segundo porque cuando llegan espectáculos a regiones los costos no están al alcance de la mayoría y siempre son unos pocos afortunados que pueden disfrutar de estas importantes creaciones,
Lamentablemente estos espectáculos a pesar que se promocionan para todo espectador y las compañías de Teatro presentan sus obras sin costo para el público, realizándose las muestras en nuestro Teatro Municipal, lo que da dos grandes oportunidades para quienes por falta de recursos no acceden al arte cotidianamente, en estas circunstancias acceden a una muestra de cultura y además muchos conocen por primera vez el teatro Municipal, siempre termina convirtiéndose en una forma de discriminación lo que hace que se pierda el objetivo principal de difundir la cultura a toda la sociedad.
Esta es la impresión con la que me quedo después de asistir a las presentaciones ya que, llegando al Teatro, temprano con la esperanza de conseguir una buena ubicación, nos damos cuenta que es imposible ya que más la mitad de la platea en su bandejon central está Reservada, para las autoridades y sus familias e invitados especiales, e incluso para quienes son abonados del teatro, cuando estos al igual que todos no pagan por estas funciones, sus abonos son para los espectáculos que trae ordinariamente el teatro.
A mi parecer esto no es justo ya que además de dejar al resto de los asistentes sin la posibilidad de encontrar una buena ubicación, para lo que han llegado muy temprano, las autoridades e invitados especiales llegan atrasados y hacen que el espectáculo comience con media hora al menos de retraso, lo que además es una falta de respeto para los actores, e incluso en algunas funciones simplemente no llegaron y la espera fue inútil.
Entonces promocionar el teatro a mil para toda la ciudadanía, al menos acá se transforma en una democracia simplemente a la chilena donde siempre existen los privilegiados y7 queda demostrado que siempre habrá diferencias para unos y otros.
No quiero terminar sin expresar mis felicitaciones al Teatro a Mil que nos ha brindado un espectáculo cultural de primer nivel, lamentablemente opacado por las actitudes discriminatorias acostumbradas en nuestra sociedad.