Un artista de excepción, gran intérprete y compositor, una empatía extraordinaria con el público son sólo algunas de las características de Marco Antonio Solís.
Cerca de cuatro mil personas vibraron, cantaron y gritaron, con este mexicano absolutamente de gusto transversal. El frío, la lluvia y el escaso marco de público, no pudieron opacar un evento de gran categoría.
A las 22 hrs. con 10 minutos salió el ex "Bukis" al escenario, dando paso a diferentes éxitos a lo largo de su carrera, que hicieron delirar a las fanáticas y fanáticos. De ahí en adelante el público coreó todas sus canciones, y gritaron con cada palabra que decía Marco Antonio, quién agradeció continuamente al “Altísimo”, por estar en Temuco y la posibilidad de entregar su música.
Solís genera un hipnotismo en el público que ya quisiera cualquier artista, su show es redondo, excelentes músicos y coristas; bailarinas vistosas y coordinadas con el ídolo, dan el toque al espectáculo. El sonido y la iluminación no defraudaron, a pesar que a veces en el sector pacífico del estadio no se entendía lo que hablaba o cantaba el azteca, a mi gustó, muy bajo el micrófono del cantante.

Lo Malo
La producción se equivocó al elegir el lugar del evento, no estudiaron bien Temuco, en los 80´s Soda Stereo no llenó el estadio, tampoco lo hicieron Luis Miguel y Chayane, también se equivocaron en darle exclusividad del evento en un principio sólo a dos medios de comunicación, lo cual obviamente influye en la publicidad y el resultado es un estadio semi vacío, algo inédito para Marco Antonio Solís, ya que todas sus presentaciones en el mundo son a tablero vuelto.
Falta en Temuco un coliseo para eventos de no más de 8 mil personas que hace más seguro, en términos de rentabilidad, traer eventos de categoría a la ciudad. El gimnasio olímpico sólo cobija a 5 mil espectadores, eso encarece las entradas y además sus características de acústica no son buenas.