Mi madre fue profesora, dedicó su vida a una escuela de escasos recursos hasta que justo a un año de jubilar le dio un cáncer, siguió trabajando incluso sus niños (como ella le llamaba con cariño) le decían cruelmente a viene la cara de muerta. Ella trabajo hasta que no pudo más, sufrió la discriminación de ser la carrera profesional peor pagada, una evaluación docente que solo se le hace a este tipo de profesionales, me pregunto si con los médicos o enólogos (una especie de Dios) estarían dispuesto a hacer.

Ahora, con respecto a la evaluación, esta es realizada en un periodo ínfimo de tiempo con metodologías modernas, sin embargo, el desempeño de un educador se debe medir en el tiempo y los antiguos en ocasiones ni siquiera manejan bien las herramientas informáticas, pero bien saben que esto nada tiene que ver con que sean o no buenos educando niños. La gente habla de que hay que evaluarlos y todas las penas del mundo para ellos sí salen mal, pero yo me pregunto ¿ustedes estarían dispuesto a dar todo como mi madre, convertirse en excelentes profesionales con el sueldo más bajo, con una deuda que no se tiene voluntad de pagar y el cuestionamiento constante de la sociedad?

No seamos patudos, paguémosle lo que se les debe, mejorémosle su sueldo y luego exijamos excelencia ¿no les parece justo?