Bachelet y su mensaje presidencial: "Lo peor ya pasó y ahora debemos preocuparnos de las bases de nuestra recuperación"

Bachelet y su mensaje presidencial: "Lo peor ya pasó y ahora debemos preocuparnos de las bases de nuestra recuperación"

02 Septiembre 2009
En red voluntaria de radio y televisión, la Mandataria recordó que “el invierno está llegando a su fin” y que en un año difícil “en el que la crisis económica mundial nos puso a prueba”, nuestro país “resistió los embates".
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En su mensaje, el cual fue emitido por cadena nacional, la Jefa de Estado señaló que “estamos iniciando este mes de septiembre con buenas noticias para la patria” y destacó una serie de beneficios en materia de protección social, como el adelanto de la tercera etapa de la Reforma Previsional, la devolución anticipada de impuestos y el pago de los aguinaldos de fiestas patrias. Asimismo, anunció que la entrega de los ajuares para recién nacidos del sistema público de salud comenzará a fines de este mes.
Si no pudiste ver lo que nos dijo la Presidenta, a continuación te mostramos el texto completo del mensaje:
Queridos compatriotas:
Esta noche he querido llegar hasta ustedes porque estamos comenzando a ver la salida de una etapa muy difícil que hemos tenido que enfrentar como país.
Confluyeron, precisamente en los meses más duros del año, dos amenazas generadas afuera de nuestras fronteras, pero que tuvieron un fuerte impacto en Chile. Me refiero a los efectos de la crisis económica internacional y a la pandemia del virus de influenza humana.
El invierno está llegando a su fin. Al iniciar septiembre puedo afirmar con satisfacción que lo peor ya pasó y que debemos preocuparnos ahora de consolidar las bases de lo que será nuestra recuperación.
Este septiembre será muy especial. Al celebrar las Fiestas Patrias, estaremos dando comienzo también al año del Bicentenario de la Independencia. Será un año de celebración, pero también de inspiración.
Será el momento de hacer el balance de lo que hemos construido en 200 años y de recordar la contribución hecha por muchos compatriotas al progreso concreto del país.
La República es hoy más fuerte porque se sustenta en los valores democráticos y en la decisión de defenderlos consecuentemente. En el núcleo de ese cuerpo de valores está la cultura de los derechos humanos. La adhesión a tales principios no puede debilitarse bajo ninguna circunstancia.
Chilenas y chilenos:
Todos sabemos cuán difícil ha sido este año, en el que la crisis económica mundial nos puso a prueba y podemos decirlo en voz alta: Chile resistió los embates y consiguió amortiguar las dificultades. Y pudo hacerlo porque la economía tenía bases firmes, porque en su momento tomamos las decisiones difíciles que había que tomar y porque el Estado puso todos sus esfuerzos para proteger a la población. Estamos saliendo adelante y lo hemos hecho solidariamente.
El pulso de la economía se ha estabilizado y ya hay evidentes signos de recuperación, como se aprecia por ejemplo en las ventas del comercio. Todos los sectores han hecho su aporte. Necesitamos que la economía recupere plenamente su dinamismo y que se reduzca el desempleo. Son favorables los indicios internacionales y eso debería facilitarles las cosas a nuestros exportadores, como ya es evidente en el aumento del precio del cobre y de otros productos que le vendemos al mundo.
Aunque los índices de actividad económica y desempleo tienen rezago, puesto que reflejan el panorama que había en julio, hay fundamentos para pensar en un cambio de tendencia en los meses que vienen. El positivo desempeño de la Bolsa de Comercio es una clara señal de mejores vientos. El crecimiento de las ventas inmobiliarias también va en esa dirección. Chile ha mejorado incluso su clasificación de riesgo-país, lo que refuerza sus posibilidades de atraer inversiones extranjeras.
Compatriotas:
Este año enfrentamos también la emergencia sanitaria provocada por la pandemia de la gripe AH1N1, que planteó un enorme reto a la red pública de salud.
A estas alturas, podemos decir que los servicios de atención primaria y los hospitales respondieron bien, pese al aumento de la demanda. Se garantizó el tratamiento antiviral gratuito a todas las personas que lo necesitaron. La coordinación con los centros privados de salud funcionó adecuadamente. La respuesta pronta y el monitoreo nacional permitió a la vez atenuar sus efectos.
El gobierno destinó 18 mil millones de pesos para enfrentar la pandemia.
Ningún niño ni adulto que lo necesitara se quedó sin la posibilidad de ocupar una cama crítica, lo que contribuyó a salvar muchas vidas.
Quiero destacar la notable labor desplegada por el personal de salud a lo largo del territorio. Merecen el reconocimiento de todos los chilenos y no puedo dejar de mencionar el valioso apoyo prestado por los estudiantes de carreras de la salud, que actuaron como voluntarios en consultorios y hospitales. Chile les agradece su espíritu de servicio a la comunidad.
Queridos compatriotas:
Chile ha demostrado este año que se defiende mejor de los avatares y que puede mirar el futuro con optimismo. El año del Bicentenario lo confirmará. Son firmes los pilares de nuestra institucionalidad, lo que no se contradice con los deseos de perfeccionarla. Son estables las bases de nuestra convivencia, porque se asientan en la paz, la libertad y el derecho. Son sólidos los cimientos de la economía, porque se afirman en un amplio consenso sobre la necesidad de interacción entre el mercado y el Estado. No es una quimera alcanzar el umbral del desarrollo en los próximos años.
Esa es la perspectiva exigente de nuestro Bicentenario. No podemos conformarnos con menos. Hablar del desarrollo supone un país más próspero, con un crecimiento sostenible y sustentable, pero también un país más integrado, más cohesionado, que asegure una vida mejor a todos. Podemos avanzar en esa dirección, siempre y cuando nos entendamos en las cosas esenciales y evitemos la discordia destructiva.
El año del Bicentenario debe ayudarnos a tener un país en donde haya menos incertidumbre. Debemos ampliar las oportunidades a quienes partieron con desventaja. Tenemos que hacer realidad la protección social cada día.
Precisamente sobre la perspectiva de la protección social, mi mensaje de esta noche incluye varias buenas noticias. Hoy, 1 de septiembre, comenzó a regir el adelanto de la tercera etapa de la Reforma Previsional. De esta manera, la cobertura del sistema de pensiones solidarias aumentará del 45 al 50 por ciento de la población de menores recursos, y la Pensión Máxima con Aporte Solidario pasará de 120 a 150 mil pesos.
¿Qué quiere decir eso? Que durante este año serán 350 mil nuevos chilenos y chilenas los beneficiados por la reforma, con lo cual el sistema de pensiones solidarias llegará a más de 950 mil personas.
Desde hoy también es realidad otro de los pilares de mi gestión, porque promulgamos la ley que crea el Sistema Intersectorial de Protección Social e Institucionaliza el Programa Chile Crece Contigo.
Con esta ley estamos asegurando a los niños y niñas del país una atención adecuada desde el primer control de gestación. Gracias a ello, durante este año 650 mil niños y niñas de menos de cuatro años y 200 mil mujeres embarazadas pertenecientes al sistema público de salud, serán parte del sistema Chile Crece Contigo.
También, a partir de este viernes 4 de septiembre se comienza a hacer efectiva la devolución anticipada de impuestos, una de las medidas que impulsamos para ayudar a las familias de clase media para hacer frente a la crisis internacional.
Hoy, además, se inició el pago del Aguinaldo de Fiestas Patrias para pensionados y para personas beneficiarias de indemnización por la Ley N° 19.919 o del subsidio para personas con discapacidad mental. Se trata de un aporte de casi 13 mil pesos, más 6 mil 600 pesos por cada carga familiar acreditada.
Finalmente, a fines de septiembre, comenzaremos a hacer entrega a todos los niños y niñas que nazcan en algún establecimiento del sistema público de salud de un ajuar completamente equipado. No fue fácil concretar este compromiso debido a que las inmensas cantidades requeridas no estaban disponibles en el mercado local.
Este ajuar será una importante ayuda para las familias ante la llegada de un nuevo miembro y, al mismo tiempo, garantizará mejores condiciones de protección y cuidado al recién nacido. Con ello estaremos haciendo un aporte más al fortalecimiento de nuestro sistema de protección social.
Estamos, pues, iniciando septiembre con buenas nuevas para la patria.
Tenemos grandes tareas por delante en el marco de la celebración del Bicentenario. Hablo de iniciativas de participación, de obras materiales, de proyectos culturales, de fiestas populares.
El Bicentenario es celebración, pero también es trabajo. Deben ir necesariamente de la mano.
Y cuando uno trabaja bien, dan más ganas de celebrar.
Chilenas y chilenos:
Tenemos derecho a celebrar.
A las puertas del año del Bicentenario, les deseo a todos unas felices Fiestas Patrias.
¡Viva Chile!