90% el nivel de adhesión al paro nacional de ANEF

90% el nivel de adhesión al paro nacional de ANEF

15 Julio 2009
Cientos de trabajadores se congregaron este mediodía en la Plaza Los Héroes, en el centro de Santiago, incluidos dirigentes de Gendarmería y el presidente de la CUT.Por Andrea Dabanch
Andrea Dabanch >
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.El presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), Raúl de la Puente, estimó en un 90% el nivel de adhesión al paro nacional de 48 horas que iniciaron hoy, en apoyo a la movilización que desde hace 13 días mantienen los funcionarios de Gendarmería y en rechazo a la gran cantidad de empleados fiscales que se encuentran a contrata y honorarios.
"Más del 90% de los servicios están paralizados. Existe esta situación especial del Registro Civil, que comprendemos, pero que sabemos también que mañana se van a sumar", afirmó el dirigente de la ANEF, quien indicó que los servicios que se encuentran paralizados cuentan con turnos éticos "que atenderán a aquellos casos de urgencia y humanitarios".
Cientos de trabajadores en paro se congregaron este mediodía en la Plaza Los Héroes, en el centro de Santiago, cerca del edificio de la Anef, donde también acudieron dirigentes de Gendarmería y el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).

En la oportunidad, el presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (Anfup), Pedro Hernández, manifestó su agradecimiento por la señal de apoyo expresada por la ANEF, indicando que les da más fuerzas para seguir adelante con su movilización.
El presidente de la CUT, en tanto, Arturo Martínez, no descartó que la multigremial se pueda plegar a las movilizaciones si el Gobierno insiste en sancionar tan drásticamente a los funcionarios de Gendarmería.Por su parte, el presidente del sindicato de trabajadores del Registro Civil, Juan Muñoz, explicó que hoy resolvieron que el servicio funcione normalmente, pero si el Gobierno no inicia negociaciones con la ANEF, mañana se plegarán a la movilización.
"Éste es un servicio muy sensible, y por la sensibilidad que tiene este servicio nosotros tenemos que apoyar a nuestros usuarios, pero también le pedimos a nuestros usuarios para mañana que estén preocupados de las noticias porque si no hay solución del Gobierno hacia este conflicto nosotros nos vamos a adherir", indicó el dirigente.
Fuente: emol.com

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¿GOBIERNO DE LOS CIUDADANOS

¿GOBIERNO DE LOS CIUDADANOS O CIUDADANOS DEL GOBIERNO?...

La opción progresista

categorias: Columna - Política - Local

Como soy humanista, yo estoy con la ciudadanía y quiero tanto o tan poco estado y tanto o tan poco mercado como sea necesario para garantizar el pleno ejercicio de la ciudadanía. por Bernarda Gallardo

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Escrito por Bernarda Gallardo

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No hay caso. Para mí no tiene ningún sentido que la identidad política de uno sea la apelación a la derecha o izquierda nacida con la Revolución Francesa, cuando en la Asamblea Constituyente de 1789, se ubicaron a la derecha los diputados que quería restituir la monarquía y a la izquierda los partidarios de la Revolución. Menos sentido tiene ser de centro, apelando a un punto equidistante entre los dos. En buen chileno ?ni chicha ni limonada?. No tiene sentido y confunde muchísimo. De hecho mucho del desinterés por la política nace de esa confusión. ¿Por qué? Porque la oposición derecha versus izquierda se vincula actualmente con una falsa oposición; la del Mercado versus el Estado. Así si eres de derecha debes estar a favor del mercado y si eres de izquierda debes estar a favor del estado. Suena simple y claro leído en el papel, en teoría, porque la experiencia histórica y cotidiana de cada uno de nosotros nos muestra todo lo

contrario. Estado y Mercado son dos instrumentos completamente complementarios y pueden ser utilizados a favor de fines progresistas o conservadores.

En Chile fue el Estado el que el que creó las condiciones para impulsar los procesos de industrialización de los tiempos de la CORFO y la Alianza para el Progreso, protegiendo el mercado nacional necesario para sostener la producción industrial nacional en el llamado modelo de sustitución de importaciones. Estamos hablando de oferta, de demanda y de precios (o de mercancía), vale decir de mercado. En tiempos de Pinochet, nuevamente fue el estado el instrumento que usaron las clases dominantes para imponer la reconversión productiva neoliberal de nuestra economía, desregulando el mercado nacional (o los mercados del trabajo y producción de bienes y servicios)

En los gobiernos de la Concertación lo ocurrido en el país no ha sido distinto. No ha habido una oposición mercado versus estado sino una tremenda ambigüedad en la dirección de los fines públicos que el estado y el mercado en conjunto han tratado de promover. De una parte seguimos viendo un estado que profundiza las relaciones mercantiles con la privatización de las sanitarias. Un estado que interviene activa y estratégicamente en los mercados del transporte (TranSantiago) y de la infraestructura de transporte (política de concesiones del MOP). De otra parte vemos un estado que promueve regulaciones en los mercados del trabajo (sueldo mínimo, igualdad de sueldos y salarios entre hombres y mujeres, promoción de la sindicalización y control del acoso laboral). En lenguaje clásico, el estado aparece a veces favoreciendo más al capital o a veces más al trabajo y en ambos casos metido en el mercado, usando el mercado tras unos fines públicos

prometidos a la ciudadanía.

Ahora si uno se pone en el lugar del trabajador asalariado o cuenta propia, o del microempresario o en el lugar del consumidor, de los jóvenes y mujeres que buscan trabajo lo que percibe es otra cosa. Si uno es ciudadano más bien se siente aplastado entre el estado y el mercado. Siente que su propia libertad (ya no sólo sus oportunidades de consumo y de desarrollo personal y familiar) está siendo cada vez más restringida entre el estado y el mercado. Como soy humanista, yo estoy con la ciudadanía y quiero tanto o tan poco estado y tanto o tan poco mercado como sea necesario para garantizar el pleno ejercicio de la ciudadanía, de la libertad de las personas, de la igualdad entre las personas, de la justicia en nuestra sociedad, de la democracia en nuestro país. Yo soy progresista y para mí eso sí tiene sentido.

fuente, ElRepuertero