La primera pregunta que todo estudiante de cuarto medio se hace al terminar el colegio es: ¿qué estudiar y dónde hacerlo? Sin duda, no es una interrogante fácil de responder, ya que ante la infinita gama de universidades y carreras que se ofrecen, la opción definitiva no es sencilla.

Al rendir la temida PSU, miles de jóvenes no tienen claro aún el rumbo que tomarán sus vidas, pero lo que sí saben es que quieren ser profesionales y para eso analizan cada una de las posibilidades que las casas de estudio ofrecen a los postulantes.

¿Cómo elegir?

La verdad es que gustos hay para todos. Y lo que todos buscan se resume en tres palabras: prestigio, calidad y aranceles accesibles. Lo cierto es que carreras como Arquitectura, Publicidad, Medicina, Periodismo o Ingeniería Comercial, están por sobre los 300 mil pesos en universidades privadas y cerca de 200 en las tradicionales, por lo que no sólo es un dolor de cabeza para los padres, sino que, además, suben cada año, por lo que, lo que te prometieron con publicidad, merchandaising y lo barato que sale el arancel por los cinco o seis años de estudio, no es del todo cierto. Ojo con eso.

Es por esto que recientemente, el senador Alejandro Navarro, propuso como proyecto de ley la idea de informar desde el principio, tanto a los padres como a los alumnos, cuánto cuesta el total de una carrera en la universidad. “Así como al comprar una casa o un auto me dicen de inmediato cuanto vale, lo mismo debieran hacer con los aranceles, para no llevarse sorpresas después.

Muchos jóvenes al no saber esta información, desertan al segundo o tercer año de estudio ya que, lamentablemente, sus padres no tienen más dinero para pagar, por lo que congelan y no terminan la carrera, viendo imposibilitado su sueño de ser profesionales. Eso es, justamente lo que no queremos”, menciona.

La calidad de los docentes, es un punto importante para tener en cuenta ya que el prestigio y la trayectoria de los profesores es lo que a la larga te transformará en un buen o mal profesional. Asimismo no debes olvidarte del tema de la acreditación, realizado por la Comisión Nacional de Acreditación de Pregrado (CNAP) y que tiene por objetivo evaluar la calidad, tanto de los docentes, como el nivel de educación entregado.

Con todos estos datos, la decisión está en tus manos. Es tú futuro y de ti depende hacer un buen trabajo con él. Las herramientas ya te las entregaron tus padres: tu educación. Llegó la hora de optar por tus sueños y buena suerte en cualquier camino que emprendas.