Todas mis clases de geografía aparecieron esta semana en mis recuerdos. El esquicio que debí hacer, pintando cada volcán de esta delgada faja de tierra : Tupungato, tupungatito, quizapu, descabezado grande,entre otros. Pero, también recordé mi visita al Lago Chungará, donde un guardabosques me conto la historia de los payachatas, esa leyenda de amantes tipo Romeo y Julieta.

Pero, para nuestra cultura austral los volcanes no son telenovelas, son cuentos de espanto.
Todo Volcán es una de las mansiones del Pillan (algo así como Pluton o Hades para las culturas griegas y romanas),Dios y padre de los hombres. Las erupciones eran llamados de atencion por el mal comportamiento de sus hijos, algo asi como luces rojas de peligro celestial. La única forma de acallarlo y calmar al Pillan, era con sacrificios de doncellas o recién nacidos. Siempre en nuestras mitologías las mujeres y los niños pagan el pato de los errores de los hombres.

Hoy nos recuerda el Pillan, que algo no le agradó del comportamiento de sus hijos, aunque los vulcanólogos digan que esto es un fenómeno natural y nuestras autoridades señalen que son "gajes del oficio" de ser chileno.Pero el pillan , cual padre, nos da un segundo aviso. Primero fue el llaima, con erupciones que tomamos más como incentivo al turismo aventura que alerta para desastres naturales. En el intertanto hubo dos alertas, se secaron 2 lagos en el Sur y nos dio una sequía que nos recuerda que la madre naturaleza no sabe de oferta ni demanda.

¿Qué pecado hemos cometido Pillán?, será acaso, porque nuestras mujeres hacen fila pidiendo alimentos para sus hijos, botados por padres que olvidan la lucha de sus propias madres; o porque sus hijos predilectos (los mapuches) son invadidos nuevamente por fuerzas extranjeras; o tal vez porque en las tierras donde el huemul y el cóndor vagaban libres, se ven amenazados por inundaciones artificiales; o quizás porque los ancianos venerados de otras épocas, mueren solitarios con pensiones de miseria...

Soluciones, ya se sacrificó a una doncella de origen incaico ,en una reuniones de toquis y loncos; pero no se calmó el Pillan.
Será a caso, como más de algunos piensan, que se debe sacrificar a la única mujer que ha llegado al trono de Caupolican y Lautaro; porque, tal vez fue un error cambiar la labia por el corazón.

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