" Ahi viene la Santa Cruz"

Cuando era niña era casi pintoresco ver pasar la Cruz de Mayo- que yo solía esperar mes a mes y mi abuelita, en ese entonces con vida, me decía: Es en mayo m’ijita. Para una niña no hay tiempo que valga, yo sólo quería ver cuándo venían. Tampoco sé bien por qué mi emoción, muy católica no soy (en realidad muy religiosa) pero como mi abuelita siempre fue devota del catolicismo, ahí estaba yo siguiendo sus pasos.

Cuando más grande me daba vergüenza abrir la puerta – y siempre me mandaban a mi, ¿Será por que sabían de mi anterior gusto?-  ya que al abrir, entregarles algo y cerrar, todo, pero todo tenía canción. Un año no di nada- parece que estaba sola- y, también cantaron: Esta es la casa de los pinos, donde viven los mezquinos. Todo tenía canción. Además que pasaban con la sartalá de verlas y canastos, unos atrás le ponían color con la guitarra. Era todo un cuento, tal cual cuando yo era más niña.

Mi mamá me cuenta que antes siempre la cruz de mayo fue más popular, había gente que participaba en masa de esta fiesta. Ella sin ser católica, igual daba alimentos, más bien me los pasaba a mí para que los entregara. Pero tocaba buen punto. Antes siempre eran más personas que acompañaban cantando la recolección de donaciones.

Este dos de mayo no esperé encontrarme con la cruz. Mi abuelita no está y parece que eso lo saben, por que hace tiempo no pasan. Pero como suele pasar, una propone y Dios dispone, por que dicho eso y se oye el cántico aquel, mi mamá, para variar, me grita: Paulina, la Cruz de Mayo. Y bajé corriendo con cámara en mano y en la otra una bolsa con verduras. Todo sirve.

Pocas eran, puras mujeres, pero no por eso menos empeñosas. Me cantaron y, gustosa  escuché la conocida canción, aunque no dijeron “Muchas Gracias Señorita…”. Esta vez fue “Muchas Gracias Señora”. Todo cambia.

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