Modus Operandi

Modus Operandi

11 Enero 2008
He oído más de cien veces el término, el “modus operandi” de la CAM, el “modus operandi” de los grupos extremistas, el “modus operandi” de la delincuencia, etc, etc. Parte Final.
Claudio López >
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Sigamos leyendo la carta que envío el Presidente Federico Errázuriz al comandante en jefe de las fuerzas expedicionarias en la costa de Arauco Teniente Coronel Cornelio Saavedra:

“Santiago, 10 de Diciembre de 1866.

El Comandante en Jefe se someterá a las siguientes instrucciones:

“10º Un vez construidas las obras de defensa en los puntos mencionados, fijará Ud. su atención, en estudiar con la detención posible la manera más conveniente de ocupar el valle central, trabajo que mira el Gobierno con interés y que se propone llevar a efecto con la brevedad posible, a fin de integrar a la República en sus límites naturales.

“11º Para marchar con más acierto en el anterior propósito, ocupe Ud a Agentes de confianza y de inteligencia para que recorriendo el territorio Araucano en toda extensión, le trasmitan los datos siguientes: “El número de la población indígena de cada tribu, calculada lo más aproximadamente. Los caciques de más influencia y los recursos con que ellos pueden contar en caso de guerra. El número de lanzas que podrían reunirse. Cual es el bienestar o fortuna de cada tribu y en que consisten, conocimiento de los lugares secretos en que esconden sus familias y ganados en tiempo de guerra. Hacerse prácticos en los caminos y detallar sus lugares montuosos y planos, como conocer aquellos pasos precisos en que se puede detener al enemigo en caso necesario. Las circunstancias favorables de caminos y ríos para el trasporte de los objetos necesarios a un ejército, y más tarde para la facilidad del comercio. En fin todas aquellas consideraciones que deben tenerse presente para la fácil protección de las plazas militares que hayan de situarse en aquellos lugares. En la parte que sea posible se levantarán planos en que se detallarán las consideraciones que se dejan enumeradas.

12º A fin de estar en buena armonía con las tribus indígenas y que éstas se presten más fácilmente a los trabajos que han de ejecutarse, conviene que usted tenga con alguna frecuencia reuniones con los caciques de más importancia en los lugares que crea más conveniente. Su negativa para comparecer, o las excusas que opongan para no acceder a su invitación, debe prevenir a usted de que los indios no se muestran favorables y por consiguiente de que se encuentra en el caso de tomar medidas de precaución para desbaratar cualquier intento de ataque, castigando severamente a los culpables, una vez cerciorado de su criminalidad.”

“13º El comercio con los indios debe sujetarse a las plazas militares, a fin de que los indígenas se acostumbren a estar más en contacto con la gente civilizada y que la autoridad militar pueda vigilar los fraudes que de ordinario se cometen por las personas ocupadas en esos negocios y que son origen de los males que con frecuencia se hacen sentir en la frontera. Sólo en casos muy excepcionales podrá usted permitir a personas conocidamente honradas, introducirse en el territorio indígena, y este permiso se les dará por escrito y por tiempo determinado.

14º Usted procurará adquirir todos aquellos terrenos de indígenas que estén más inmediatos a las plazas militares, siempre que su costo no exceda de veinticinco a cincuenta centavos cuadra, y una parte de ellos se destinará a los primeros cien pobladores que quieran avecindarse en aquellas localidades, dándoseles un sitio en el pueblo y una hijuela de diez cuadras en el campo.

Esta misma gracia se puede hacer a los soldados del Ejército que deseen retirarse del servicio. La única condición que se les puede exigir, es que en el término de un año, deben cerrar sus hijuelas y sitios y establecer una posesión. A los demás individuos del Ejército que tengan interés en avecindarse se les puede ceder hijuelas en los términos siguientes: A los jefes de cuerpo 200 cuadras A los sargentos mayores 150 cuadras A los capitanes 100 cuadras A los demás oficiales subalternos 50 cuadras A los sargentos y cabos 20 cuadras Estas cesiones serán también con la precisa condición de cerrar sus fundos en uno o dos años y establecer una casa habitada por cada cincuenta cuadras.

Los que no cumplan con esta condición, serán privados de la gracia que se les haya hecho. Los demás terrenos que adquiera el Estado se venderán en la forma que oportunamente determinará el Gobierno

“15º El jefe de la División, los Gobernadores y comandantes particulares de plaza, no podrán adquirir ninguna propiedad territorial, para evitar sus inconvenientes que podrían resultar de que fuesen dueños de una porción de terreno los que deben estar encargados de sistemas el orden que se trata establecer.

“16º Con el fin de poblar la parte del territorio que se ocupe, el Gobernador se propone licenciar en las plazas avanzadas de frontera a los cuerpos del Ejército cuyos servicios no sean necesarios, distribuyendo hijuelas a los individuos de buena conducta; pero separando de aquellos lugares a los que sean viciosos o no convengan para colonos. “Los que fuesen agraciados tendrán obligación de enrolarse en la guardia nacional y concurrir a la defensa de las plazas en caso necesario.

“17º Para prevenir cualquier amago de parte de los indígenas, procurará usted conservar un buen estado de disciplina los cuerpos cívicos que se vayan formando en territorios colonizados, porque esas fuerzas serán un poderoso auxilio en los casos de guerra.

“18º Siempre que se lo permitan sus atenciones tratará usted de ponerse de acuerdo con los Intendentes de las provincias limítrofes, sobre las medidas que convengan adoptar para la seguridad de la población civilizada de las fronteras de aquellas provincias, como acerca de los medios que deban adoptarse para la reducción de los indígenas.

“19º Queda usted autorizado para hacer algunas asignaciones a aquellos caciques que por su influencia convenga atraer a las órdenes del Gobierno, no pudiendo exceder estos sueldos de quince pesos a los caciques principales y de diez pesos a otros de menos valimiento.

“Para llevar a cabo algunas de las medidas indicadas, se necesita del acuerdo y concurrencia del Congreso, que el Gobierno pedirá oportunamente; y si los he mencionado en las precedentes instrucciones ha sido con el objeto de que usted conozca el plan que deba realizarse, comprendiendo él pensamiento del Gobierno en su conjunto y en todos sus pormenores. De esta manera podrá ajustar más bien a él todos sus procedimientos.

“En lo sucesivo y a medida que los casos lo requieran, iré comunicando a usted nuevas instrucciones para lo cual cuidará usted de tenerme siempre al corriente de todo lo que ocurra, trasmitiéndome noticias detalladas de todos los pasos que se den en la realización de la importante comisión confiado al celo e inteligencia de usted, y consultándome acerca de todas las dudas que le ocurran en su desempeño.

“Dios guarde a Ud. FEDERICO ERRÁZUR1Z.

 

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Imagen de José Sanhueza Cornejo

Es indignante el lenguaje

Es indignante el lenguaje utilizado por el presidente de la época para referirse a los mapuches. Por más que intento entender el contexto en que se desarrollaron estas aciones -una nación naciente que necesitaba unificarse para fortalecerse frente a la amenaza española u otros imperios- el trato hacia el pueblo mapuche siempre fue antojadizo y maletero.

Sin embargo, creo que mucho se ha avanzado desde esa época hasta ahora, faltando sólo la voluntad de diálogo -es lo que creo- para dar solución al conflicto en que nuestro país se ve envuelto en la actualidad.

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