El ex presidente peruano, Alberto Fujimori, amaneció el domingo recluido en un cuartel policial limeño, luego de que la justicia de nuestro país aprobara su extradición a Perú en un histórico fallo por casos de abusos a los derechos humanos y corrupción.
Fujimori permanece recluido en la Dirección Nacional de Operaciones Especiales (Dinoes) de la policía, también conocida como el fundo Barbadillo, en el distrito de Ate, una zona pobre de Lima que contrasta con el lujoso condominio Hacienda Chicureo, donde cumplía arresto domiciliario en Santiago.
Fujimori tuvo algunos problemas de salud en el avión, en concreto una descompensación, y necesitó de asistencia médica durante la escala hecha en Tacna. Al parecer el asunto no revestía ninguna gravedad.
Según autoridades, Fujimori será trasladado en las próximas semanas a la escuela de agentes penitenciarios en el puerto del Callao, donde permanecerá mientras es procesado judicialmente.
Fujimori, de 69 años, quien se fue sorpresivamente de Perú en noviembre de 2000, hace 2.504 días, simulando un viaje de Estado, será procesado por siete casos, pero los más graves, por la pena de 30 años a que se expone si se comprueba su participación como autor intelectual, en dos masacres en las que murieron 25 personas.