100 días de dolor

12 Agosto 2007
Madeleine McCann lleva más de 100 días desaparecida.Un dolor que me interpela como madre y periodista
Paula Chavez >
authenticated user Corresponsal

¿Dónde está?¿Quién o quienes la tienen?¿Está viva  o muerta?¿Qué pasó, por favor, que pasó? 

No quisiera estar en el pellejo de los padres de Madeleine McCann, la niña británica que desapareció el 3 de mayo, mientras veraneaba en Praia da Luz, en el Algarve portugués. porqué el costo sicológico y familiar de mantener una búsqueda, no lo podrán recuperar en muchos años, a pesar que tengan otros hijos. 

Y porqué esa afirmación, porque no hay nada más terrible para un padre o madre, saber que un hijo se te pierde porque no estabas con él, no lo estabas cuidando, no lo estabas mirando. 

Ellos han dicho que su hija estaba segura en el hotel. Que el lugar en sí era confiable, que había personas que cada cierto tiempo iban a ver a los pequeños, en fin tenían sus razones. Y nada hacía presagiar que esas idílicas vacaciones se convertirían en el peor de los infiernos que una familia puede enfrentar. 

Que se muera un hijo o hija, es un dolor inconmensurable, no semadi puede medir. Pero creo, que el perder a tu pequeño o pequeña, y no tener una respuesta concreta sobre si está con vida o no, es un cáncer que te corroe el alma.

Un alma que se ha hecho mundial porque la solidaridad hacia esta familia británica, ha traspasado todas las fronteras. Todos, cual más, cual menos, nos hemos sentido interpelados con este hecho. No sólo quienes son padres, sino que también aquellos que tienen  sobrinos, nietos, primos pequeños. Porque la fragilidad de la edad se va perdiendo a medida que uno crece, y ¿díganme , acaso no es frágil una niña de cuatro años, de cuatro años? 

Miro a mi pequeña Matilde, y no me imagino la vida sin ella. No ver sus ojos, el color de su pelo, sus risas y sus besos jugosos. No sentir el olor de sus pies transpirados o de su pelo recién lavado. No escuchar sus palabras o sus medios garabatos. No besarla, no olerla, no tocarla. No, nada, negación total, así es la desaparición .

Hoy día la prensa está especulando sobre una muestras de sangre que habrían sido encontradas en la habitación donde estaba Madeleine y sus hermanos ,la noche en que desapareció. La tesis del secuestro ha ido perdiendo relevancia. La pelea está ahora entre los que dicen los medios y la policía.¿Quién dice la verdad?¿A quién creerle? Sobre todo cuando la prensa está colocando en el centro del huracán a los padres de esta niña, haciendo ver que tal vez ellos tengan “algo que ver” con su desaparición.

Que rudas palabras, que fuertes conjeturas. Los medios de comunicación que han seguido esta noticia, cada día crean un mundo nuevo sobre la desaparición de Madeleine, entregan pistas, se adelantan a las investigaciones, van ofreciendo testigos, van creando culpables. 

Esta tragedia familiar se ha convertido en un suculento trozo de carne para una prensa hambrienta de amarillismo, de espectacularismo , de situaciones escabrosas, a las cuales meterle el dedo para causar más daño. Mientras más sangre haya, más se vende el diario,la página web, el canal de televisión o la radio.

madiEsa es una reflexión que es necesaria hacer, ante el dolor de la desaparición de un hijo. ¿Cúales son los  límites legales de la prensa frente a una tragedia?¿ Hasta dónde debe llegar su rol de investigador? En fin, tal vez ,alguien me diga que esto no tiene sentido, que ¿qué tiene que ver la prensa con la pérdida de Madeleine, o con el dolor de una familia? 

Pues mucho, porque cuando uno pierde un familiar en una trágica situación los micrófonos y la cámaras no respetan el rostro acongojado, los llantos desgarradores y las ganas de estar solos. 

Y frente a lo que esta sucediendo con la familia McCann y el dolor ante la incertidumbre sobre el paradero de una pequeña , me mueven esos dos sentimientos. El de una madre que acompaña a otra en su dolor y el repudio, pese a ser estudiante de periodismo, de aquella prensa que lucra con el dolor de las personas.

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Comentarios

Imagen de maquiavelo

realmente triste lo

realmente triste lo sucedido. nadie ni nada puede ser cien por ciento seguro, ni siquiera cuando lospapa están con los hijos.

pero lo más penos de esto es lo que está ocuuriendo con el tratamiento de la prensa acerca del tema, es verdad, los periodistas suelen ser unos animales feroces...el fin justifica los medios..