Callejera, mojada, omnipresente y hasta asada se ha presentado La Pollera en sus doce números anteriores. Vimos al pollo dentro del cascarón y dentro de un paquete de un supermercados. Pollo escurridizo que no sabe lo que quiere, no encuentra una identidad. Ha probado de muchas maneras, se ha inclinado hacia lo internacional y también lo existencial, hacia lo local y lo meramente vanal. Si tiramos de todos lados el pollo se va a despedazar.
Por eso, en este treceavo número posmoderno, el pollo se convirtió en una sintesis, ya no supo qué ser, se transformó en una mezcla extraña de culturas influenciadas por otras. El mundo por detrás, en su caja de fusibles, donde debería decir "CUIDADO: ALTO VOLTAJE", dice "CUIDADO: ALTA DIVERSIDAD". Bienvenidos a La Pollera posmoderna y sus cinco artículos semanales.
En este número tenemos:

VEA Zelig de Woody Allen, por Amelia Bezard.
LEA John Kennedy Toole, por Camilo Rojas.
Eso de adaptarse, a modo de ESCUCHE Mariana Zegers presenta a Bersuit Vergarabat.

La postmodernidad a la vuelta de la esquina, la columna de esta semana por Nicolás Leyton.

Revista Grifo lanza concurso literario, invitación a participar de este certamen por Jesús de Pasamonte.
EMPÓLLESE.